viernes, 13 de mayo de 2011

Mataron a Osama Bin Laden, y a nosotros... ¿qué?

Y mi otro articulo, que esta en la edición de mayo de la revista ASÍ, me gusta mucho más que el otro, es más largo, pero creo que logre escribir exactamente lo que pensaba.

El domingo pasado estaba ya más que dispuesta a empezar mi tarea, y como todo buen estudiante, tenía abierta mi página de Facebook, Twitter y Messenger, no llevaba ni el titulo de mi ensayo cuando no pude seguir viendo los “2 nuevo tweets” que me pedía la red social que leyera, uno era de Michael Moore, a quien sigo pero no presto tanta atención, y los otros 2, de celebridades, me llamo la atención que todos decían, el presidente Obama dará un anuncio oficial en unos momentos, nadie sabe de que se trata, como siempre me gano la curiosidad y entre directo a la página de la casa blanca, y me puse esperar con el resto del mundo el importante anuncio, pasaron unos minutos y empezaron a aparecer montones de tweets que decían, Bin Laden ha muerto, Obama anunciara la muerte de Osama, uno tras otro, ya tenía yo abiertos 3 canales de noticias y nada pasaba, la incertidumbre me estaba matando, como, cuando, donde, por que (bueno todos sabemos porque), y solo 20 minutos después apareció el presidente Barack Obama dando un breve discurso que hacia la noticia oficial, todos los canales de noticias hablaban de eso, el frente de la casa blanca se convirtió en el lugar de fiesta de los ciudadanos norteamericanos, en fin todo parece indicar que era la noticia que cambiara al mundo, y eso no lo niego, el líder del grupo terrorista Al Qaeda, el grupo que con solo una ideología logra inspirar o aterrorizar a miles, un criminal de guerra que se convirtió en el hombre más buscado por diversos organismos internacionales, por fin ha muerto, pero entonces me di cuenta, aunque me parece una noticia infinitamente interesante, no me causa particular tristeza o alegría y en realidad no me afecta directamente, lo que si me afecta, es la guerra que vivimos contra el narcotráfico, y no ya contra el narco, sino contra el terrorismo, porque tal vez el grupo no se llame Al Qaeda, pero infunde el mismo terror, y lamentablemente aquí no podemos salir a las calles a celebrar que el líder del cartel fulano ha muerto, y como dijo mas o menos Mark Twain no es que le desee la muerte a nadie, pero habrá obituarios que lea con gran placer.

Tengo que decir que espero con ansias el día en que esta guerra se termine, y me entristece saber que ese día no llegara pronto, a Estados Unidos le tomo 10 años encontrar al responsable de atacar una sola de sus ciudades, y el presidente Obama reafirmo en su discurso, “Los Estados Unidos pueden hacer todo lo que se propongan”, y por más escalofriante que esto pueda ser, es cierto, son una nación que mal que bien, lo que quiere, consigue, pero y que podemos decir de México, tal vez estoy siendo muy negativa, pero creo que no podemos lograr todo lo que nos proponemos , o no nos proponemos los mismas cosas, porque si algo siento que nos falta son logros, hay una visión distorsionada del poder en nuestro país, o por lo menos muy alejada de la que plantea la democracia, nosotros, el pueblo, no tenemos el poder, más bien reside en los partidos políticos, y ni siquiera en todos sus miembros, solo en unos cuantos, y claro en uno que otro empresario importante que sea dueño de alguna televisora o una compañía de teléfonos. Estoy plenamente convencida de que se tenía que hacer algo, no culpo a Calderón por todos los problemas y a sangre que ha sido derramada por culpa de esta guerra, no podíamos dejar que se siguieran llevando a cabo operaciones de narcotráfico y solo voltear la mirada, lo que me parece lamentable es que no funcione, nuestro ejército no es efectivo, ya sea porque hay demasiada corrupción, o por falta de recursos, por lo que sea, pero el gobierno, y por lo tanto también nosotros, estamos perdiendo. La mayoría de las personas piensa en gobierno y piensa en políticos corruptos, olvidan que como democracia, el gobierno lo construimos nosotros, son nuestros representantes, es gracias a nuestro voto que están ahí, tomando decisiones que nos afectan cada día, y no podemos simplemente enajenarnos de los problemas y culparlos a ellos, hay que culparnos también a nosotros mismos, nosotros que no participamos, espero el día en que nosotros como mexicanos, unidos, hagamos algo para detener esta ola de violencia, sentarnos y quejarnos no lograra nada, tenemos que empezar a participar, ver las noticias, leer periódicos, y no solo uno, pues hasta los medios de comunicación han sido corrompidos, si queremos algún día salir a celebrar a las calles que los responsables de tantos ataques han muerto, o han sido encarcelados, debemos hacer algo ahora, de otra manera las cosas solo se pondrán peor cada vez, uno de los “tweets” que leí decía, si Osama fuera mexicano no lo hubieran atrapado, una broma tal vez, pero como puede no llegarnos el hecho de que dejemos a personas como estas andar libres por las calles, cometiendo delito tras delito, asesinatos y secuestros, que es lo que necesitamos para despertar y empezar a buscar un cambio, nos falta iniciativa e incluso algo de valor, pues solo vemos como el mundo se cae a nuestro alrededor.

El poder en un nombre

El primero articulo que me han publicado enserio, lo escribí para mi clase de Comunicación, ideología y poder.


EL PODER EN UN NOMBRE
Todos sabemos que hay diferentes formas de poder, el poder que otorga un puesto, como la presidencia o la alcaldía, el poder de los lideres de un grupo, o el poder que tiene la cruz o la imagen de la virgen de Guadalupe, pero, ¿qué podemos decir de el poder de un nombre?, en definitiva durante la segunda guerra mundial la simple mención de Hitler despertaba toda clase de sentimientos entre aquellos que vivieron el horror de las batallas o los campos de concentración, y creo que esto representa cómo el nombre de alguien pude simbolizar una ideología o una catástrofe, y sin embargo creo que en México, no le damos más significado a los nombres, o por lo menos eso dejamos ver cuando aceptamos que nuestras calles lleven los nombres de aquellas personas que tanto mal han traído a nuestro país. Como podemos aceptar pasar por una calle que lleve el nombre de Jose López Portillo, o Luis Echeverria yo aun no nacía cuando estos hombres gobernaban en nuestro país, pero el solo saber cómo acabaron con nuestra economía, como estuvieron involucrados en mandar al ejercito a asesinar a unos estudiantes en una manifestación, me causa horror. ¿Cómo es posible que aquellos que si lo vivieron lo acepten?, creo que nombrar una calle le otorga honor a una persona, que más vale merezca, o que acaso en unos 20 años tendremos la calle “Chapo Guzmán”?, debemos de darle un poco mas de importancia a este tipo de cosas, que aunque parecen triviales, inmortalizan a quien menos lo merecen, creo que sería mejor decir que pasamos cada día por la calle de mexicanos que han puesto en alto el nombre de nuestro país, no que lo han hundido con sus malas decisiones.

Yo pienso que..

Después de 2 blogs fallidos en los que no sabia ni que escribir, más este que despareció de la nada y ahora estoy volviendo a subir, por fin , ya tengo mi blog, que espero si funcione.
Soy estudiante de comunicación y tengo gustos muy variados desde el cine y la televisión hasta la política y los conflictos internacionales, escribo cuando tengo algo que decir, y puedo plasmarlo en palabras, otras veces mis ideas no se organizan y termino con un ensayos un tanto confusos, de cualquier manera, aquí esta lo que pienso.